Evolución de la web

Evolución de la Web

Internet ha supuesto la mayor revolución en comunicaciones de la historia. A día de hoy,
pocos podemos llegar a imaginar un mundo sin internet y con mucha dificultad uno en el que
nosotros renunciemos a estar en la red. Las opciones y posibilidades son tantas que es casi
imposible imaginarse sin ella.
No obstante, internet no siempre ha sido tal y como la conocemos. O tal vez sí, si tienes
una determinada edad. Los más veteranos, para bien o para mal, podemos decir que hemos
conocido toda su evolución. Desde aquella Web 1.0 más estática y casi sin interacción -lo más
interactivo eran las listas de correos-; a la Web 2.0, donde lo social cobró un fuerte protagonismo; o
la Web 3.0, en la que el contenido y conocimiento se relacionan de forma más eficiente.
Pero antes de entrar en más detalles, hagamos un repaso rápido a las cuatro versiones de la
Web que podemos definir actualmente.

1) La Web 1.0: Hoy en día se llaman así a los servicios que ofrecían los sitios web clásicos.
En realidad la inmensa mayoría de sitios actuales siguen siendo web 1.0 puesto que solo
utilizan tecnologías clásicas.

2) La Web 2.0, Se trata de la forma de denominar a las páginas web que ofrecen servicios
orientados al usuario. Las páginas web tradicionales ofrecían la misma información para
todos los usuarios, ahora varían para cada usuario, le permiten un manejo más rico e incluso
le hacen partícipe del contenido.
Inicialmente la web era simplemente textos e imágenes junto con los hipervínculos que
permiten saltar hacia otros contenidos. Ahora el tipo de contenido es mucho más variado:
animaciones, vídeo, sonido, juegos, aplicaciones ofimáticas, ... Este tipo de páginas
empezaron a proliferar tras el estallido de la burbuja punto com y es en el año 2004 cuando
la empresa O’Reilly Media utiliza el termino Web 2.0 en una conferencia (incluso llega a
registrarlo) y lo hace popular.
Hoy en día es difícil de definir, pero sin duda hace referencia a un tipo de servicios web muy
concretos. Las aplicaciones web compitan con las locales, de modo que aplicaciones que no
están instaladas en el ordenador local, se utilicen desde el navegador web con unas
capacidades sorprendentes, como es el caso de Google Docs que ya es de hecho un
competidor del paquete Office de Microsoft.


Funcionamiento en el lado del cliente:
Ø Cliente pesado: En modo cliente, la página entregada por el servidor web que la
alberga, contiene (además del código HTML o XML) elementos pertenecientes a
otros lenguajes y tecnologías como pueden ser: Flash, Silverlight, Java, AJAX,...
El navegador deberá ser capaz de interpretar todas esas tecnologías y traducirlas
correctamente para que interaccionen con el usuario. Eso significa que nuestro
navegador deberá ser potente y en muchas ocasiones habrá que haberle añadido
plugins (componentes) como por ejemplo el obsoleto Flash, que en 2020 dejará de
existir. Mientras tanto HTML5 va cobrando cada vez más poder.

Ø Cliente ligero: La ventaja de este modo de trabajo es que el navegador puede ser
más ligero y la parte dura o pesada se la lleva el servidor web que es que tiene que
tener a su disposición el servidor de aplicaciones capaz de entender el código
especial. Es la parte más evidente y entendible de la web 2.0. El término se refiere
a que el usuario posee una interacción mucho mayor en la web siendo partícipe de
lo que en ella ocurre.
Es decir el usuario conecta con otros usuarios, participa de los contenidos incluso
creándoles o dando su opinión sobre ellos. Es decir, las páginas web 2.0 está muy
vivas, tienen un enorme dinamismo, la creación ya no es solo de la entidad que
creo la página, sino

3) La Web 3.0 o web semántica es un salto tecnológico desde esa versión 2.0.
En la Web 3.0, la clave y principal factor diferencial es el cómo accedemos a la
información. Aquí los buscadores son clave pero no por sus mejores algoritmos, mayor
indexación de información u otros extras, lo son porque permiten hacer uso de un lenguaje
más natural, de forma que obtenemos una web (información) más personalizada,
descartando información que para cada uno de nosotros será irrelevante.
Ejemplos de la Web 3.0:

Ø Las redes sociales (realidad aumentada y directos): Instagram, SnapChat,
Twitter, Facebook, Youtube.
Ø Redes colaborativas: wikis, plataformas moodle, whatsapp, line.
Ø Aplicaciones de noticias: flipboard.
Ø Aplicaciones GPS o de localización (GeoEspacial): encuentra mi móvil,
localiza a tus amigos, busca el bar más cercano, ...

4) La Web 4.0 es el próximo gran avance y se centrará en ofrecer un comportamiento más
inteligente, más predictivo, de modo que podamos con sólo realizar una afirmación poner en
marca un conjunto de acciones que tendrán como resultando aquello que pedimos o
decimos.
Si recordáis la película Minority Report, la Web 4.0 sería algo similar a los “Precognitivos”,
esos seres capaces de ver el futuro. Lo que haría la Web 4.0 sería adelantarse a situaciones
cotidianas, como ver que llegas tarde al trabajo y enviar un mensaje avisando. U otro
ejemplo, si ve que tu ritmo cardiaco es elevado y tienes registrado que sufres problemas de
corazón, avisaría a la asistencia sanitaria. Otro ejemplo, podría coger el móvil y preguntarle
a mi asistente de voz, “Siri, me gustaría mañana ir al concierto de Lady Gaga”; a posteriori
Nuestro sistema Web 4.0 nos preguntaría algunos detalles y él mismo se encargaría de
comprar la entrada del concierto, reservar para un hotel y pedir el taxi que nos llevaría.
Tal vez te estas preguntando cómo llegamos a la Web 4.0. La respuesta es sencilla: gracias
a la propia evolución de la tecnología que estamos viviendo ya. En estos momentos,
empresas como Google, Microsoft o Facebook, entre otras, están desarrollando nuevos
sistemas que gracias al Deep Learning y Machine Learning serán capaces de procesar más
información de forma similar a cómo lo haría el cerebro humano.

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